ALEJANDRO CAGLIOSTRO.
1743-1795-. Francia
Mi Ser Espiritual vive su eterna existencia, y si
me sumerjo en mi pensamiento, rehaciendo el curso de los años, si proyecto mi
Espíritu hacia un mundo de vivir lejano del que vosotros percibís, llego a ser
el que deseo.
Participando en el Ser Absoluto, regulo mi acción
según el medio que me circunda. Mi nombre es el de mi función, y yo lo elijo
como elijo mi función.
Pero soy libre. MI país es aquel donde permanecen
momentáneamente mis pasos.
YO SOY EL QUE ES”.
Alejandro Cagliostro.
Cagliostro,
Saint-Germain, Voltaire; tres nombres importantes del siglo XVIII francés, tres
contemporáneos.
Voltaire en su tiempo, recibió un anillo de
platino trasmutado por el Conde de Cagliostro.
Este anillo poseía el Sello y era conservado en
una caja tapizada de terciopelo, con la inscripción y el Sello de la Flor de lis.
El Anillo era una verdadera joya, y le había sido
remitido a Don Ángel Frachetto con este simple comentario: “A cada uno lo
suyo”.
- Señor Siragusa,
¿podría explicarnos quién fue el Conde de Cagliostro?
Fue el
dispensador de Amor y de Bien, el Maestro insigne de los Valores Alquímicos,
Espirituales, Astrales y Físicos.
El Conde de
Cagliostro fue y es un Gran Maestro Atlantídeo que ascendió el ultimo peldaño
de la Escuela
de Poseidón, de donde sacan Sabiduría Universal
los Hijos de Dios venidos a la
Tierra para ayudar a los hombres en el Conocimiento de la VERDAD UNA.
Él es el
heredero de la MUTACIÓN
para estar siempre disponible, para servir a la INMUTABLE LEY DEL
GENIO SOLAR, del cual es un devoto e irreductible servidor y del cual recibe el
Bien que dispensó y dispensa.
- ¿Algunos le
identifican como Giuseppe Balsamo? ¿Qué piensa usted de esto?
- Giuseppe
Balsamo no ha sido nunca el mismo Conde de Cagliostro.
Giuseppe
Balsamo no fue más que la contrafigura de la cual se sirvieron hábilmente los perseguidores
del Conde para desacreditarlo y para hacerle culpable de crímenes que nunca
cometió, para eliminarlo, en una palabra.
Los impíos
tienen terror de su Personalidad Espiritual y, como en otro tiempo, se coligan
en el intento de cerrar su obra, sabiendo, sin embargo, que nada pueden hacer,
siendo Cagliostro un poseedor consciente de la Gnosis.
Él sabe lo que
quiere y desea poseer, y esto para un fin bien preciso, que contiene los
designios del Gran Maestro, Espíritu Patronímico del Sistema Solar.
Nada más que
añadir.
- ¿Qué pruebas
tiene usted de que Cagliostro, Saint-Germain y Voltaire e conocieron, fueron
iniciados y bebieron en las fuentes de Sabiduría del Gran Secreto?
- En mi poder
obran las claves de dicho Secreto.
- Usted afirma
que fue Cagliostro, y quien dice en Francia ser el conde de Saint-Germain no le
reconoció como tal. ¿Por qué?
- Mis
previsiones se han cumplido.
El sedicioso
Conde de Saint-Germain se ha descubierto.
Ha escarnecido
la Verdad y ha
comenzado a pagar por ello.
Ha creído de
poder jugar fácilmente con la Luz
de la Verdad ,
y con toda su arrolladora hipocresía y falsedad no ha hecho más que atraer
sobre sí el desdén de los que luchamos contra los que se aventuran a violentar
con espíritu diabólico la Obra
de los Humildes y de los Puros de Corazón.
Creo que ha
llegado el tiempo de llamar al Pan, Pan y al Vino, Vino, la hora de hacer
palidecer a todos aquellos que han sido enredados por sus siniestras artes y de
constatar los frutos que este sedicioso conde de Saint-Germain ha dado.
Yo tengo
piedad y conmiseración de él, y espero que la pruebas sirvan a su conciencia
para que en el futuro no cometa errores más graves de los que ha cometido.
- ¿A qué pruebas
se refiere usted? ¿Qué le ha sucedido al pretendido Conde de Saint-Germain?
La noticia del
intento de suicidio del señor Richard de Chamfray no me sorprendió.
Sabía de
antemano que esto sucedería.
El señor
Richard de Chamfray haría muy bien en retirar la peligrosa carta que ha puesto
en juego.
Éste es un
juego lleno de dolorosas sorpresas. Debe acordarse bien del señor Siragusa, no
olvidando que a una causa corresponde un efecto.
- ¿Qué pasó
entre usted y el pretendido Conde de Saint-Germain en su encuentro en Francia?
- Le
responderé con palabras de un mensaje de Adoniesis:
“Todavía hay
tiempo para poder arrepentirse, para evitar ulteriores tribulaciones que
potencialmente gravitan sobre el sendero de su vida.
Equivocarse es
humano; perseverar, diabólico.
Él posiblemente
non lo sabe aún; después del encuentro en Paris con el señor Siragusa, hubiera
debido meditar seriamente y, por tanto, intuir con quién se encontraba
realmente y el porqué de este encuentro programado.
El anillo
recibido como don de parte del señor Siragusa, con su particular hechura, era
el sello del Amor y de la
Justicia.
Era una carta
de visita que el verdadero conde de Saint-Germain hubiera reconocido inmediatamente.
El señor
Richard de Chamfray no podrá imaginar ni siquiera lejanamente la Luz de Amor y de Justicia de
que está impregnado ese anillo. Ha empleado la palabra que mata en la
referencia a nuestro hermano operante en la Tierra , y lo invitamos a estar muy atento para no
usarla, porque la próxima prueba significaría irremediablemente una dura
sentencia y un regreso inmediato de su personalidad espiritual, que no es la
del verdadero Saint-Germain, sino la de un espíritu programado por él, si
estuviese bien dispuesto.
Debería saber
bien quiénes somos y por Quién obramos y no ignorar tampoco lo que significa
escarnecer la Verdad
que se está revelando a los hombres de esta generación”.
- Digamos que
la identificación de la personalidad del conde de Saint-Germain resultó
negativa, pero positiva la de Voltaire.
¿Qué prueba
podría mostrarnos hoy usted sobre su pasado en relación a Voltaire?
- Usted ha visto el anillo de platino.
Le mostraré
otro documento.
En ella ya se
habla del Secreto que desvelaría en el siglo XX, en su segunda mitad, y que se
refería a los platillos volantes...
Traducción del
texto:
“6 de junio de 1761.
Le respondo, señor, a la carta del mes de abril en
la cual sus terribles revelaciones hacen del viejo hombre que soy yo el
confidente del más terrible de los secretos el día de su muerte.
Gracias, Germain. Vuestro largo camino en le
tiempo será iluminado por mi amistad hacia vos. Incluso en el momento de
vuestras revelaciones en la mitad del siglo XX.
Las imágenes hablantes no hubieran podido, faltas
de tiempo, guardarme el recuerdo de ello.
Puedan conduciros a mi vuestras maravillosas
máquinas volantes.
Adiós, mi amigo.
Voltaire (Gentilhombre del Rey).
- En este
momento quisiera hacerle una pregunta paralela al tema que ha ocupado esta
conversación.
Cagliostro,
los alquimistas y otros iniciados estuvieron en poder del Gran Secreto.
Hay otro
camino por el cual determinada gente pretende acceder al Secreto de la Vida y de la Muerte. Es el de la
magia negra.
¿Cuál es su
parecer al respecto?
- La magia
negra es la manifestación del mal en su perseverancia negativa.
Nuestros hermanos
extraterrestres saben que la brujería no es más que la explotación (por hombres
perversos) de las fuerzas bajas, dispuestas a ser instrumentalizadas y
dirigidas para conseguir una resultante maléfica.
Existen dos
tipos de magia: la Blanca
y la Negra.
- ¿Qué es para
usted la muerte?
- La vida va
hacia la muerte, la muerte va hacia la vida.
Todo cambia,
salvo la Ley que
informa la Eternidad
de lo Creado a través del cambio que determina la evolución de todo aquello que
sirve a la inmortalidad del Espíritu Creativo.
Todo es hoy,
todo será mañana.
El mañana
resultará diferente, pero será siempre el todo de ayer con nuevas formas,
nuevos colores, nueva linfa, nueva Conciencia, nueva Vida y nueva obra.
La muerte ha empujado
a la vida hacia nuevos senderos más luminosos, para ser más conscientes de ser
Savia de la Eterna
Verdad de la Luz
de Dios.
La muerte es
una amiga grande y generosa.
La muerte es
la generadora de la
Verdadera Vida.
- ¿Es posible
comunicarse con los muertos? ¿Qué piensa usted del espiritismo, en ese sentido?
Además se ven
constreñidos a sufrir cuando se juega a la “llamada” desconsideradamente.
Debemos estar atentos, porque pueden acaecer situaciones muy desagradables, sobre todo cuando este tipo de
pensamiento se convierte en una costumbre.
Conozco historias
muy tristes de personas que se han convertido in instrumentos de espíritu
diabólicos.
De hecho, es
un juego muy peligroso; por tanto, os aconsejo que estéis muy en guardia y que
si podéis lo evitéis.
Existen,
además, médiums bastante preparados, de los cuales se sirven los espíritus
desencarnados para comunicarse.
Estos médiums
tienen la posibilidad de vigilar y discernir los espíritu positivos de los
negativos, aunque no siempre es así.
- Hemos
hablado de un pasado no demasiado remoto, un pasado donde Cagliostro, Voltaire
y Saint-Germaine fueron una realidad física.
¿Cuáles son, a
su parecer, las razones supremas para creer en la reencarnación como un hecho
válido hoy?
- Le contaré
una historia.
Un niño fue por primera vez a la escuela.
Era muy pequeño, y su conocimiento no superaba las
experiencias infantiles.
Su maestro (que era Dios) le puso en la primera
clase y le dijo que aprendiese la siguiente lección:
“No debes matar, no debes hacer mal a ningún ser
viviente, no debes robar”.
Él, no mataba, pero era cruel y robaba.
Al final de la jornada, cuando su barba se volvió
oscura y se echó la tarde, su maestro (que era Dios) le dijo:
“Has aprendido a no matar, más las otras lecciones
no las has asimilado todavía. Vuelve mañana”.
Al día siguiente volvió, y era todavía muchacho.
Su maestro (que era Dios) le puso en una clase un poco más avanzada y le dio
esta lección para aprender:
“No debes hacer mal a ningún ser viviente, no
debes robar, no debes engañar”.
El hombre dejó de ser cruel, pero robaba y
engañaba. Al final de la jornada, el maestro (que era Dios) le dijo:
“Has aprendido a no ser cruel, pero no las otras
lecciones. Vuelve mañana”.
Volvió de nuevo al día siguiente, y era de nuevo
muchacho.
El maestro (que era Dios) le puso en una clase un
poco más avanzada, y le dio esta lección para aprender:
“No debes robar, no debes engañar, no debes desear
lo que es de los demás”.
El hombre no robó, pero engañaba y deseaba los
bienes de los otros.
Al final de la jornada, el maestro (que era Dios)
le dijo:
“Has aprendido a no robar, pero no las demás
lecciones. Vuelve, hijo mio, mañana”.
Esto es lo que
he leído en el rostro de los hombres, en el Libro del Mundo, en las estrellas
del firmamento.